Viernes,
20 de abril del 2012
00:45h
Ya
estoy de nuevo aquí, se me hace extraño no dibujar las letras con
el trazo de un bolígrafo. Y ya era hora de retomar de nuevo esta
pequeña delicia de la escritura. Volver a plasmar mis sentimientos y
experiencias en este trocito de papel.
Me
alegra la idea de volver, de volver de un viaje demasiado largo, tal
vez, lleno de esperas, con añoranza. Asi es, un viaje que ha durado
su tiempo necesario o no, para capturarme hoy aquí viendo el mundo
de manera diferente que antes de partir.
Cada
palabra que nace, muere escritra y renace al ser leida, luego como
todo, pasa al olvido.
Me
entusiasmo por momentos, va creciendo una ilusión, otra vez aquí,
creerlo, es así, aquí estoy y me enorgullece, me satisface y hasta
me alegra y me llega a hacer feliz el volver, abrir la maleta...aún
no he guardado nada, la inseguridad condiciona mi voluntad, ¿podré
desacerme de ella alguna vez?.
Palabra
ingrata, de mal humor e inadecuada, perturbadora de momentos de
crecimiento, poniendo freno, cortando alas, dañando almas, ahogando
cantos.
Me
sorprendo sigo aquí, no estoy sola, el lienzo blanco se muestra. me
abre el camino, garabateo en una esquina, probando si escribe.
Escribe, con timidez anoto la fecha y la hora del final del viaje,
del retorno al hogar, con maestría esbozo unas palabras que leidas
unas tras otras, juegan a dar sentido. Enderezo mi espalda, recibo
un impulso que nace del corazón, mis ojos ya no tienen sueño, mi
mente activada diseña las líneas y curvas de las letras del
abecedario, añade troncos y olas, remos y hojas.
Siento
crecer, aventurar el alma.
Encarna
Rodrigo Sanz
Nani
20
de abril de 2012
01:29h