jueves, 2 de octubre de 2008

Quisiera que fuera una pesadilla y despertar en tus brazos.
Quisiera no haber oído tus duras palabras.
Quisiera no estar viva, quisiera morir si no es entre tus brazos, hacerlo en mis sueños.
Quisiera no haberte conocido jamás para así no descubrir tanto dolor.


Mi corazón deambula por las calles, buscando los pedacitos de amor que un día le brindaste.
Vive con una ilusión, que no llega a mi entender.
Mis ojos perdidos en un mar de tristeza, mantienen el flote.


No hay nada más, mi futuro se ha desvanecido, te pertenecía a tí.
Me has hecho quererte con locura, y la locura ahora al perderte acecha mi alma.
Me has hecho amarte y perdida la razón tengo.
Mi cuerpo tiembla, impertérrito, no concibe vivir sin estremecerse entre tus manos.


Mi reloj se va apagando, ya queda poca arena.
Desaparecer, mi mayor anhelo, mi escapatoria.
Porque para que, si morir por ti puedo, moriré pues.
Más no me queda nada.