Otro día, otra noche más, vienes y vas, aparece tu mirada, y en ella me vuelvo a perder...
Apareces y me pierdo, entre sueños, entre pensamientos.
No te olvido, no lo logro cuando lo consigo.
Han pasado lunas y soles, y no vienes a buscarme.
Pasarán más soles y más lunas y seguiré sin ti.
Se que me hace mal, mis ojos se humedecen y mi alma se agita, mi corazón roto sigue, permanece,
está,
como una máquina nada más, se limita a latir, perdiendo piezas a tu partir.
Perdida, aún habiéndome encontrado.
Quisiera gritar al mundo que te sigo amando, quisiera volverte a coger de la mano ... Quisiera no haberte conocido nunca.
Me rompes, algo me dice que eres tú, pero para ti no debo ser yo. O tal vez te pueden los miedos que se yo.
Aquí, de nuevo, volviéndote a recordar.
No quiero, quiero que desaparezcas.
Pero tampoco quiero dejar de olvidarte.
Sal, marcha, te lo ruego, o sino ámame, que yo te amaré como jamás he amado a nadie y te llenaré de riquezas el corazón, haré tus días noches y tus noches días.
Ámame y no conocerás mejor verdad.
Ámame, sacame de este calabozo que es la vida sin ti. Ámame como un chiquillo, ámame como si no existiera nada mas. Ámame. Ámame...
Ámame, como haces esas noches, cuando otro cuerpo ocupa mi lugar, ámame... Mientras mis noches se hacen frías.